Historia de la Florida, Volume 3

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Villalpando, 1803 - Florida
 

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Popular passages

Page 373 - Tuvo este valeroso capitán en la guerra una cosa muy notable y digna de memoria y fue que, en los rebatos que los enemigos daban en su campo de día, siempre era el primero...
Page 227 - Dios nuestro Señor por su misericordia quiso mostrar a aquellos gentiles cómo oye a los suyos que de veras lo llaman : que luego la noche siguiente de media noche adelante empezó a llover muy bien, y duró el agua otros dos días, de que los indios quedaron muy alegres y contentos...
Page 223 - ... ganar, como dicen los carpinteros, no lo podían levantar del suelo cien hombres. El maestro hizo la cruz en toda perfección, en cuenta de cinco y tres, sin quitar nada al árbol de su altor. Salió hermosísima por ser tan alta.
Page 374 - En suma fue una de las mejores lanzas que al nuevo mundo han pasado, y pocas tan buenas, y ninguna mejor, si no fue la de Gonzalo Pizarro, a la cual, de común consentimiento, se le dio siempre la honra del primer lugar. Gastó en este descubrimiento más de cien mil ducados que hubo en la primera conquista del Perú, de las partes de Casamarca, de aquel rico despojo que allí hubieron los españoles. Gastó su vida y feneció en la demanda, como hemos visto.
Page 319 - Habiendo caminado los españoles dos leguas (de Naguatex), echaron menos a un caballero natural de Sevilla, que había por nombre Diego de Guzmán, el cual había ido a esta conquista como hombre noble y rico, con muchos vestidos costosos y galanos, con buenas armas y tres caballos que metió en la Florida, y se trataba en todo como caballero...
Page 371 - Fue pacientísimo en los trabajos y necesidades, tanto que el mayor alivio que sus soldados en ellas tenían era ver la paciencia y sufrimiento de su capitán general.
Page 99 - ... hallarla, y el verse todos tan heridos y desangrados, que los más de ellos no podían tenerse en pie ; sólo tenían abundancia de suspiros y gemidos, que el dolor de las heridas y el mal remedio de ellas les sacaban de las entrañas. En lo interior de sus corazones...
Page 288 - GARCILASO a los unos por los otros, dejando de decir las valentías de la una nación por contar solamente las de la otra, sino que se digan todas como acaecieron en su tiempo y lugar) (Varner and Varner 1988, 460; Garcilaso 1956, 322 [bk.
Page 323 - ... animaban a hacer lo que habían menester, y salían con ello como si toda su vida hubieran sido maestros de aquel oficio. Y porque no podían o no querían hacer tantos cuantos eran menester, hicieron los que bastaban, sirviendo por horas limitadas, andando por rueda entre los jugadores, de donde, o de otro paso semejante, podríamos decir que hubiese nacido el refrán que entre los tahúres se usa decir jugando: "Démonos priesa, señores, que vienen por los naipes.
Page 372 - Fue valentísimo por su persona en tanto grado que por doquiera que entraba peleando en las batallas campales dejaba hecho lugar y camino por do pudiesen pasar diez de los suyos, y así lo confesaban todos ellos, que diez lanzas de todo su ejército no valían tanto como la suya.

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